miércoles, 28 de noviembre de 2012

- La Viga de Ohanes

Nos creemos que las cosas han cambiado y que el mundo, la sociedad y los procedimientos son otros, pero seguimos pareciéndonos a nuestros ancestros del Medievo. Aunque tengamos vehículos y paguemos en euros, no estamos tan distanciados de los métodos (escaqueos -tanganeos) que por aquellos años existían en las administraciones de entonces.

Lo que hoy os traslado es a cuento de lo ocurrido en el Madrid-Arena la pasada noche del 31 de octubre, en la que perdieron la vida cinco muchachas que lo único que pretendían era divertirse, desconociendo que la avaricia humana por los dineros,  los mamoneos de los PePeros que gobiernan Madrid, favoreciendo a sus amigos (conocidos), compañeros (exconcejales)..............y  demás miseria humana.........les iba a deparar ese futuro. Ahora nos vamos enterando de las múltiples irregularidades cometidas y el "pio, pio, que yo no he sido", desentendiéndose todo el mundo de las responsabilidades (irresponsabilidades) sobre los hechos y las instalaciones.

Lo que os trasmito "literalmente" es verídico y ocurrió en el municipio de Ohanes, en plena  alpujarra almeriense entre los años 1734 y 1740. Se tratan de cruces de cartas entre el maestro de la escuela, el regidor municipal y los servicios técnicos de entonces:

Documento nº 1- Carta del Maestro al Alcalde:
Tengo el honor de poner en su conocimiento la inquietud que me produce ver la viga que media la clase que regento, pues está partida por medio, por lo cual el tejado ha cedido y ha formado una especie de embudo que recoge las aguas de las lluvias y las deja caer a chorro tieso sobre mi mesa de trabajo, mojándome los papeles y haciéndome coger unos dolores reumáticos que no me dejan mantenerme derecho.
En fin, señor Alcalde, espero de su amabilidad ponga coto a esto si no quiere que ocurra alguna desgracia con los niños y con su maestro, éste su muy seguro servidor.  Dios guarde a Vd muchos años.
Ohanes, 15 de marzo de 1734.
El maestro Zenón Garrido. 

Documento nº 2 - Contestación del Sr. Alcalde al Maestro:
"Recibo con gran extrañeza el oficio que ha tenido a bien dirigirme y me apresuro a contestarle. Es cosa rara que los Agentes de mi autoridad no me hayan dado cuenta de nada referente a la viga, y es más, pongo en duda que se encuentre en esas condíciones, pues según me informa el Tio Sarmiento no hará sesenta años que se puso, y no creo una vez dadas esas explicaciones, que no tengo por qué, paso a decirle que eso no son más que excusas y pretextos para no dar golpe. En cuanto a lo de los papeles que se le mojan y el reúma que se le avecina, pueda muy bien guardárselos, aquéllos en el cajón o en casa, y éste yendo a la escuela con una manta. No obstante lo que antecede, enviaré uno de estos dias alguno de mis subordinados que mire lo que hay de eso. Y ojo, que su engaño le estaría estar otros seis años sin cobrar los 500 reales de su sueldo.
Dios guarde a Vd muchos años.
Ohanes 28 de noviembre de 1734.
El Alcalde  Bartolomé Zancajo. 

Documento nº 3 - Reiteración del Maestro al Alcalde:
"Tengo el honor de acusar recibo a su atento oficio de ayer donde tiene a bien poner en duda el estado de la viga. Desde mi oficio anterior, Sr. Alcalde, hace unos ocho meses, pasaron las lluvias del invierno; y yo siempre mirando la viga, con la inquietud consiguiente: ¿caerá?, ¿no caerá? Y así un día y otro, como el en vez de una viga fuera una margarita. Si Vd. no cree lo que le estoy diciendo, puede mandar dos personas peritas, o venir Vd. mismo dando un paseito, si no le cuesta mucha molestia, que yo no le engaño, mas para darle una idea del estado de mi clase me permito acompañarle un dibujo, tomado del natural, que le dará una estampa real de ella. Y de lo del sueldo, no creo que se atreva a  tocar los quinientos reales, porque ya sabe Vd. lo que dice el refrán "Al cajón ni..."
En fin, Sr. Alcalde, Dios le guarde muchos años de los efectos de la viga.
Ohanes de las Alpuxarras a 29 de noviembre de 1734.
El Maestro.Zenón Garri do (firmado y rubricado. 

Documento nº 4 - Nueva contestación del Alcalde al Sr. Maestro de escuela:
Acuso recibo de su oficío del 29 de noviembre. del pasado año y me parece excesiva tanta machaconería, en el asunto de la viga. Sepa el Sr. Maestro , que si no le conviene la escuela puede píllar el camino e irse a otro sitio, que aquí para lo que enseña, falta no hace. ¿Qué le importa a estas gentes, ni a nadie, dónde está Marte, ni las vueltas que da la luna, ni que cuatro por seis son veintisiete ni que Miguel de Cervantes descubrió las Américas? Para coger un mancaje basta y sobra con tener fuerzas para ello No obstante, como soy amante de la curtura (sic) y no que digan que he echao (sic) al Maestro y que no lo trato,como se debe, nombraré una comisión que informe sobre el asunto de la viga, y si resulta que Vd. me ha engañao, sa caido (sic).
Dios guarde a V. muchos años. 
Ohanes de las Alpuxarras a 15 de octubre de 1735.
El Alcalde, Bartolomé Zancajo (firmado y rubricado). 

Documento nº  5 - Informe de los Peritos Municipales:
"Antonio Fuentes Barranco y Juan González, maestros Albañiles graduados de la villa de Ohanes de la Alpuxarra, INFORMAN: 
Que personados en el sitio denominado u llamado, sea con perdón, la Escuela de este lugar, a las doce de mañana del día 15 de mayo de 1736, acompañados por el Escribano de este Ayuntamiento, y mandados por el Sr alcalde, opinamos, pensamos, que la viga que ocupa el centro de la clase, aula o sala, que por estos tres nombres se le denomina o circunscribe, que la dicha viga no se haya movido, sólo que ha bajao cosa de diez o doce deos, sólo caer, pero nunca juntarse con el suelo aplastando a los que coja dentro. Pero como quiera que la madera es un cuerpo astilloso, tiene que crujir antes de pegar el golpazo dando tiempo a que se salven por lo menos siete u ocho, todo lo cual, y puesta la mano en el corazón y en conciencia, decimos, que el peligro que ofrece la aludida viga es un peligro leve, o sea de poca trascendencia. Todo lo cual firmamos y no sellamos, por no tener sello en Ohanes a la fecha arriba indicada..
­Antonio Fuentes y Juan González (firmado y rubricado). 

Documento nº 6 - Escrito del Escribano de la Villa, fedatario (en que da fe) publico:


"Don Celedonío González-García, Escribano de la villa de Ohanes de las Alpuxarras, partido de Uxixar, reyno de Granada
DIGO, declaro y doy fe, de cuanto en esta información del Maestro de primeras letras de esta localidad, sobre una viga que dice el primero al Sr Alcalde, o sea al segundo, está partida en el techo de su clase. Mi informe imparcial, desapasionado y verídico, como corresponde a mi profesión, es el siguiente: Si la viga cae y amenaza peligro, puede ocurrir:
 
a) Que mate al maestro, en cuyo caso esta digna Corporación se ahorraría los quinientos reales que le paga.
b) Que matase a los niños en cuyo caso sobraba el Maestro.
c) Que matase a los niños y al Maestro ocurriendo en este caso, como suele decirse, que se mataban dos pájaros de un tiro.
d) Que no matase a nadie, en cuyo supuesto no hay por qué alarmarse.

Examinados en derecho las causas y efectos que anteceden, emito este informe, honrado y leal, cumpliendo con ello un deber de conciencia.
En Ohanes de las Alpuxarras a 15 de mayo de 1736.
Celedonio Gronzález‑García  (firmado y rubricado). 

Documento nº 6 - Glosa del Cronista de la Villa:
"Yo, don Joseph Sancho Mengíbar, Cronista ofícial de la villa de Ohanes de las Alpuxarras, declaro por mi honor ser ciertos los hechos que a continuación describo, para que de ellos quede constancia en el Histórico Archivo de esta villa, lamentando que la índole de los mismos ponga un hito trágico en los bucólicos anales de este pueblo. El día catorce de octubre, del año de Nuestro Señor Jesucristo de míl setecientos cuarenta, siendo Alcalde de esta villa don Bartolomé Zancajo y Zancajo, y siendo las doce de su mañana, se hundió el techo del salón de la Escuela de esta localidad, pereciendo en el siniestro, el señor Maestro de primeras letras, don Zenón Garrido Marín y los catorce niños que en aquellos momentos daban su clase. Después de laboriosos trabajos, fueron extraídos de entre los escombros, los restos de las víctimas y trasladados al Depósito del Cementerio Municipal, acompañados del pueblo en masa, que era partícipe por entero del dolor que significaba tal catástrofe, ya que todos, más o menos directamente, les alcanzaba, dado el número tan elevado de inmolados en aras de la cultura.

Abierto el oportuno expediente, se ha podido comprobar que por parte de la Autoridad competente se tomaban periódicamente todas las medidas encaminadas a velar por el buen funcionamiento del sagrado recinto; y como prueba concluyente, se presentó un Expediente, incoado al efecto, en que dos peritos albañiles y el Ilustre Escribano de esta villa, informaban sobre el buen estado del local, en fecha muy próxima al suceso, ya que los informes datan del día 15 de mayo de 1736; quedando plenamente demostrado que únicamente un accidente fortuito fue el responsable del hundimiento a que hemos hecho referencia.
Y para que quede constancia, lo redacto y lo firmo en Ohanes de las Alpuxarras a quince de diciembre de mil setecientos cuarenta.
Joseph Sancho. 

Ohanes es un pueblo de las Alpujarras, ubicado en la ladera sur de la parte más oriental del Parque Nacional de la Sierra Nevada. Es poco después de la invasión morisca al territorio ibérico, durante la primeras décadas del siglo VIII, cuando la población comienza a desarrollarse con la llegada de árabes procedentes de Yemen que viven de sus campos, hasta que en el siglo XVI se produce la Rebelión de los Moriscos, siendo expulsados y deportados sus habitantes a tierras castellanas. Repoblándose el lugar posteriormente con gentes alcarreñas de Guadalajara y Sacedón, así como de la no muy lejana Zafra.
 
Después del episodio de 1740, no aparece maestro en Ohanes ya que no fue repuesto, ni nadie se hizo cargo de su trabajo. Motivo de estos hechos el pueblo perdió a su enseñante, por lo cual no aparece referenciado en el Catastro del Marqués de la Ensenada de aquellas fechas. 

El testimonio de este legajo, fue recogido en la revista "Aleteos" que se editaba en Almería, allá por el año 1939, concretamente en su número 7. Estos documentos hoy desaparecidos, no serian conocidos por desgracia, a no ser por su inclusión en el Boletín del Ilustre Colegio de Arquitectos de Granada, a su vez reproducido por la revista municipal Plaza Nueva de esta ciudad en su número de 1998, páginas 45 y 46. 

Esta información me ha sido proporcionada por el corresponsal de este blog en el sur peninsular (gracias Jesús) y aunque he podido comprobar que ya circulaba con antelación en este medio, por su curiosidad y anecdotario he querido haceros participes de ella.  

Vosotros mismos podéis valorar, si han cambiado mucho los hábitos administrativos entre el siglo XVIII y el XXI, .....................del Maravedí al Euro.

lunes, 26 de noviembre de 2012

- Plegaria

Dentro de las columnas de opinión que los diarios informativos publican, sigo con asiduidad entre otras las de Juan José Millás, Maruja Torres y Manuel Vicent, y algunas de ellas las he ido poniendo por aquí deseando compartirlas con vosotros. Suelen ser cortas, pero su contenido suculento, con un grado de elegancia e ironía. No he podido por menos que volver haceros participes de estas recientes letras, con las que nos ha regalado este domingo el valenciano Vicent.

En el Derecho Romano una deuda impagada te podía convertir en esclavo. Al acreedor se le confería la potestad de agarrarte por el cuello y llevarte ante el pretor, que ostentaba el poder judicial. A partir de una sentencia condenatoria, el acreedor disponía de dos opciones: venderte en pública subasta en el mercado de esclavos para resarcirse con el dinero obtenido o forzarte a trabajar para él como esclavo el resto de tu vida. Frente a la esclavitud se produjo la rebelión violenta de Espartaco. Los primeros cristianos participaron en este movimiento liberador con una rebeldía atenuada por el amor al prójimo aquí en la tierra y controlada desde el poder con la promesa de que los pobres serían los primeros en el reino de los cielos. Los cristianos comenzaron a rezar el padrenuestro. Perdona nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores. Amén. Era una oración antiesclavista en la que se imploraba el perdón de todas las deudas como una forma de acceder a la libertad. Durante siglos el padrenuestro se ha rezado en los templos al unísono en voz alta por reyes y vasallos, magnates y siervos, ricos y pobres, usureros beatos y fieles acogotados por ellos, sin que diera resultado alguno. Nadie, que se sepa, condonó nunca ninguna deuda obedeciendo la orden de esta plegaria, pero, ante la agitación en que vivimos, alguien muy espabilado de la jerarquía eclesiástica pensó que el padrenuestro podía llevar dentro una carga explosiva si la condonación de la deuda comenzaba a implorarse hoy con la misma intención de los primeros cristianos en las catacumbas. La esclavitud nunca ha sido abolida. Adopta formas distintas según las circunstancias.
 
El Vaticano II decidió reformar el padrenuestro. La deuda fue sustituida por ofensa. En adelante había que decir: perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a nuestros ofensores. Y es que con el dinero no se juega ni se admiten metáforas. En la presente convulsión de la historia los banqueros corrían el peligro de que los cristianos exigieran la dación en pago de las hipotecas esgrimiendo el antiguo padrenuestro como un manifiesto revolucionario. Pero los banqueros pueden dormir tranquilos, puesto que la Iglesia, frente al Evangelio, se ha puesto de parte de la cuenta de resultados.
 
La esclavitud nunca ha sido abolida. Adopta formas distintas según las circunstancias.

Manuel Vicent - El País 25-11-2012