jueves, 27 de noviembre de 2014

- Verdinas con almejas

Comienzan ya los días húmedos y fríos, y aunque hasta ahora solo lo parezca por la tonalidad de las hojas, pues no ha hecho apenas frio, llevamos ya más de dos meses de otoño, época de cucharon y buen plato caliente. Hacía ya tiempo que no ponía por aquí alguno de esos suculentos potajes para estos días, de los de mantel de tela a cuadros, buen vino de la ribera "del Duero", pan de hogaza, estufa, postre y carajillo. Por ello me he puesto a preparar unas "verdinas" con almejas para comenzar la temporada de guisotes, y aunque esta receta no se la puede considerar como para un "invierno en crisis", que lo seguimos estando, bien merece la pena celebran con ella la "por fin" dimisión, con "orden de alejamiento" de nuestras vidas, de la ínclita Ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, doña Ana Mato Adrover, la musa de la Gürtel.

Las verdinas, esas alubias pequeñas de tenue verdor, sabor suave y mantecoso; también llamadas "fabes verdinas" o "fabinas verdes" por su origen asturiano, y aunque ya se pueden encontrar en muchos sitios (a mi me las trajeron de Santander), son fundamentalmente en el norte, donde se centra su producción. Originarias de las tierras de Llanes, en el Valle de Ardisana y a menos de 10 km. del mar, pues es en esas zonas próximas a la marina donde se aclimatan a la perfección sus cultivos. La temprana recolección, realizada a mano antes de llegar a su granazón, el cuidado secado al que son sometidas bajo las influencias de las cercanas brisas del mar, y el estar protegidas de la luz solar durante este proceso, les hacen conservar ese característico verdor esmeralda pálido, destacando su suave sabor y delicado paladar, proporcionando una inmejorable cocción, consiguiendo ser la única judía con pretensiones de verdura. De fino, liso y uniforme grano al tacto, y aunque cara, es ideal para combinar con pescados y mariscos, siendo una de las recetas más clásicas estas que hoy os traigo por aquí, de hacerlas con almejas. Aunque también es común cocinarlas con rape, langostinos o gambas, así como verduras, y en esta época con las consabidas setas. En su asturiana tierra de origen, es muy usual consumir las verdinas con "emberzadom" o "pantruque", chacinas elaboradas a base de harina de maíz, productos tradicionales de las matanzas domesticas. 

Ingredientes para unas cuatro personas:
- 500 gr de verdinas
- media cabeza de ajos (que yo tuesto previamente un poco en el microondas)
- media cebolla
- un tomate rallado
- dos zanahorias
- laurel
- unas hebras de azafrán en rama
- una cucharadita de pimentón dulce
- un chorrín de aceite crudo
- pimienta recién molida

Para la preparación de las almejas:
- 500 gr. de almejas (en este caso frescas y aunque estemos en crisis, merece la pena)
- la otra media cebolla bien picada
- un diente de ajo picado
- una cayena o un trocito de guindilla
- una rebanada de pan
- 1/2 vaso de vino blanco
- 1 vaso de agua
- perejil
- una pastilla de caldo concentrado
- aceite de oliva virgen extra 

Elaboración:
Como cualquier alubia, las dejaremos en remojo la noche anterior a su preparación, con abundante agua fría y algo de sal. 

Ponemos las almejas también en otro recipiente con agua y sal, aproximadamente unos tres cuartos de hora, para que suelten la arena, lavándolos en el chorro de agua posteriormente, asegurándonos de retirar las que no estén en buen estado, rotas o abiertas. 

Cubriéndolas con abundante agua fría (unos dos dedos), comenzamos a cocer las verdinas, añadiéndolas: el chorrín de aceite crudo, la cabeza de ajos pasada por el microondas (unos 10 segundos a toda potencia), no asustarnos por las explosiones, que no pasa nada. Añadimos las zanahorias peladas y troceadas, la cebolla laminada en tres o cuatro trozos, el tomate rallado, el laurel y las hebras de azafrán. Todo ello a fuego lento, hasta que las judías estén tiernas (entre una hora y hora y media), dependiendo del producto. Retirando las verduras, los ajos y el laurel. 

Mientras se estofan, nos preparamos a elaborar las almejas como si fueran a "la marinera": En otra olla y con el aceite medio caliente, pochamos la cebolla y el ajo muy picados, añadiendo la guindilla o cayena. Cuando estén ya dorados, se añade la rebanada de pan que previamente habremos sofrito en algo de aceite y habremos machacado en el mortero (esto se puede sustituir por pan rallado e incluso un poco de harina, pues su función es la de espesar), añadimos y rehogamos el pimentón un minuto, echando inmediatamente el vino, el agua, la sal o pastilla de caldo concentrado, dejando la mezcla hervir unos 15 minutos. A continuación se vuelcan sobre el caldo las almejas, espolvoreándolas con un poco de perejil, aligerando el fuego hasta que se abran los bivalvos. 

Volcamos sobre las verdinas previamente guisadas, de las cuales habremos retirado algo de caldo y ponemos a cocer otros 15 minutos. Si queremos podemos añadirle la verdura de la cocción, triturándola con el caldo que hemos reservado. Pasado el tiempo de cocción, rectificamos de sal si es necesario, y retiramos del fuego.

Hoy quedan reposando para comerlas mañana, pues están mejor de un día para otro al ir soltando las
alubias su propia harina, consiguiendo espesar y poner más "gordo" el caldo.…….ya os contaré como han quedado. Mientras a esperar a ver qué consejo de administración le corresponde a la Srª. Ex ministra, en algunas de esas empresas de nuestro IBEX35, que a bien tendrán la delicadeza de ofrecerle, para que no caiga en la vergüenza de tener que auxiliarse en los comedores benéficos para indigentes, o en la miseria de ser favorecida por la plantilla y utilleros del C. F. Pozuelo (equipo balompédico de donde vive), en el caso de ser afectada por desahucio en el impago de su hipoteca.

1 comentario:

Anónimo dijo...


La receta no la he leído porque yo no cocino, sin embargo las probaré. Me "encantan" los comentarios de la ex ...., ¿que será lo próximo? aunque parezca imposible seguro que se superan.
Jch.